domingo, 25 de abril de 2010

Vuelve

Mi amante de canela y mar,
vino tantos días,
hasta que se lo tragó el azar.

Aún espero sus caricias, desde Coipo al Molinar,
con mi atuendo de besos para a él regalar.
Mis labios esperan secos porque no quieren besar
a otros labios ajenos, que por los míos morir, desear.

Mi dulce hombre de canela y mar, con calma te espero,
contando la arena que azota mi infinito mar,
mas en mi inquieta calma sé que no volverás.

Ángel canela y mar
mi corazón convertiste en cenizas,
de tanto esperar,
más sé que a mis brazos, no volverás.

Mi corazón escaso de amores,
sobrado de sueños, sueños que nunca fueron realidad,
porque en mi mente viniste mil noches,
y mil noches de humedad eterna nuestros cuerpos colmó.

Las angélicas yacen dormidas, en su sangre, su dolor,
Ellas tampoco volverán.

La luna esta noche me besa, endulza mi llanto,
no habrá otra noche como ésta, me habla mi orgullo.

Tus besos ya no imaginaré,
dejaré de recordarte como lo hago,
ya no te querré, ya no te pensaré,
no desearé tus besos colmando mis pechos,
no desearé amarte como fue.

Este será el último dolor que tú me causas
y estos los últimos versos que yo te escribo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario