Ayer vi a mi niño precioso,
está más hermoso
que un día soleado,
en primavera.
Él sonríe, él me abraza,
él me besa;
me dice cosas lindas,
me ha hecho el amor,
entre brisas y nieblas;
tocando el cielo andino,
allá, en la precordillera.
Me ha hecho suya,
danzando en la ladera,
mirando al Pacífico,
entre el sol, entre las nubes
de Tongoy y La Serena;
allá, él y yo fuimos uno
como el mar lo es a la arena.
Yo le veía, le veía, le veía;
mientras él contaba estrellas,
en el cielo contó millones,
entre mis pechos, las más bellas.
Mi dulce amor,
mi alocada pasión
yo estaré aquí,
para cuando tú vuelvas.
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