Esta noche ya no espero,
a quien no ha de llegar.
Si sin su amor yo muero,
pues ahora mismo, no vivo más.
Yerma mi alma, yermo mi amar,
pues de mis entrañas,
al hijo suyo,
he de matar.
¡Hijo mío!,¡hijo del mar!
piel de escamas, ojos de sal,
tu cuna de corales,
te espera en la profundidad.
Tu madre no te quiere,
ama más su inmensidad.
Ahí, en el fondo sagrado,
¡feliz tú serás!
Ella se ha ido, mas tu padre no volverá
ninguno te quiere en la tierra,
por eso te han de matar.
El mar será tu padre,
y las olas te mecerán,
tu madre serán sirenas
y con ellas jugarás
La otra ha tenido miedo
con sus entrañas vacías, se va.
¡En castigo!,
ningún hijo jamás vendrá
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