Única posesión que tengo, mi cuerpo,
cáliz de pasión,
de ternura, locura,
profundo amor,
aveces odio feroz.
Calma el deseo de mi amante,
es su mayor anhelo,
su trinchera, su guerra, su paz,
su olvido y mi dolor.
Es la cuna del hijo no nacido,
mi vientre son sus sábanas;
mi sangre su alimento
y su vida, mi eterno tormento.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario