domingo, 23 de octubre de 2011

Mi Niño Precioso

Bajo el caudal rojizo de la tarde,
mi niño precioso,
viene a verme,
no me olvida
y no sé si me quiere.

Yo le espero
y mientras me pregunto:
¿para qué amo yo a mi niño bello?.

Él volará,
luego de mí nada habrá,
se perderá entre montañas,
sauces y cañaverales.

Le obsequiarán leche, vino,
pieles tostadas,
más suaves.

Mi niño precioso,
ya no viene.
Tal vez se ha hecho un hombre,
un hombre con los vicios de los hombres
y por eso no vuelve.

La lluvia no cesa,
dormiré a mi espera,
soñaré que él viene,
que entre gemidos y gritos
en sus brazos, me duerme.

Para mi niño precioso.

lunes, 17 de octubre de 2011

Gaviota




Es en este preciso instante,
cuando miro mi eterno azul,
donde solo desearía
con toda mi alma y mi voz,
convertirme en la gaviota que un día fui
y volar, volar
más allá de las nubes,
rumbo al sol.