
Había tanto en mí,
que yo quería que fuera sólo para ti,
pero nada es como uno lo sueña
y ya es tiempo de despertar.
Te dejo tus canciones,
las mismas que me embriagaban el alma
y, como siempre, al final de la noche,
en tu teléfono, un mensaje,
de este amor frustrado,
que al salir el sol, pedía disculpas.
Adios amor, ojalá encuentres lo que buscas.
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