domingo, 14 de febrero de 2010

Calma


Mirando el mundo,
escondida detrás de la cortina, observando,
quieta, pasiva, siempre esperando.

Siempre atada de manos y labios;
con ganas de romper los cristales que te alejan de tu vida,
innoble campesina.

Continúo mirando el final, siempre llorando;
no percibo olores ni oigo tu canto,
sólo colores que veo tan lejos;
un arcoíris que aturde mi ver y hace añicos mi vivir.

Ya no te quiero, amado ... ¿cuándo lo has de entender?
he de soñar otro nuevo amor en mi piel una vez y otra vez.

Continúo en mi ventana, quieta, pasiva y sigo esperando;
veo los colores y se calma mi llanto,
permanezco mirando, observando y siempre callando.

Oscuros caminos los del sociego,
negros caminos el de no querer caminar en soledad,
en temer a la vida es mi gran verdad,
en no llenar mi alma de leche y pan.

domingo, 7 de febrero de 2010

Olvido

Con tus alas firmes,
Me sostuviste sobre el mar,
Me besaste tan fuerte
Que yo creí volar.

Mi adorado y dulce amante
Rojo y azafrán,
Llevas una corona de flores y coral
Que te hace tan bello,
Que mis manos, nunca te alcanzarán.

¡¡Ay de mí!!
He de dormirme en tu pecho,
Para no despertar.
Con el dolor de esos besos,
Me he de conformar,
Besos que a mí no me has de dar.

Seguirá la golondrina buscando nidos donde soñar,
mas a tí nunca te olvido canela y mar.

sábado, 6 de febrero de 2010

Rojo y azafrán

Tu noche se estrelló en mi día, un día;
desde entonces yo sólo veo oscuridad.

Hombre de rojo y azafrán,
preciosa corona de flores y coral,
en tu cabeza altiva reina la felicidad.

Amor lejano, amor intenso, siempre angelical;
tu amor me llegó esa noche
¡¡ Dios me lo ha dicho por verdad!!

Noche de de amor ficticio que se hizo tan real,
que en tu suaves susurros yo viví de verdad,
aún yo sólo muero por volverte a besar,
pues lo sabes, en tu lecho todas somos inmortal.

¡¡Ay de mí!! corazón con ganas infinitas de amar,
ví tu libertad amada y te la quiero arrebatar,
tonto corazón mío que no sabe dilucidar,
tan sólo muere por volverte a acariciar.

Mi amado ángel de flores y coral,
cual caballero andante,
vas vestido para enamorar.

Huír


Había tanto en mí,
que yo quería que fuera sólo para ti,
pero nada es como uno lo sueña
y ya es tiempo de despertar.

Te dejo tus canciones,
las mismas que me embriagaban el alma
y, como siempre, al final de la noche,
en tu teléfono, un mensaje,
de este amor frustrado,
que al salir el sol, pedía disculpas.

Adios amor, ojalá encuentres lo que buscas.