lunes, 9 de febrero de 2015

En el Porto Pí

Me dirijo a Porto Pí (centro comercial de grandes tiendas y supermercado más próximo a mi casa), necesito hacer la compra en el Carrefour, aunque mis compras en ese lugar suelen terminar en Zara. Yo no sé para que tengo la nevera enchufada gastando electricidad si normalmente está vacía, pero si viérais mi armario ¡¡a tope! y ¡¡todo divino! aveces pienso, ojalá las prendas fueran comestibles.

Llego al centro comercial con sonrisa de oreja a oreja, cantando, aparco y como caballo de carreras con anteojeras y moviendo las caderas entro de cabezas a Zara.. ¡¡Ohhhhh!!! ¡¡cómo mola la última colección!! ¡¡estoy alucianada!! lo quiero todo !!LA MODA!!!. Esos zapatos, esa blusa, ese vestido maravilloso, ¡¡ese jeans!! Ohhh nooooo  recuerdo que en mi viaje a La India, visité una cuidad que era la fábrica de jeans para occidente. Por las calles corrian riachuelos teñidos de nauseabundas aguas azules. Los niños tenían las manos y uñas azules, todo era azul, era una versión decadente de Los Pitufos. Ahí juré que no compraría jamás en la vida un jeans. Así que mi querido Amancio, te adoro, pero  mi lado izquierdo, me  puede más.

Entre zapatos, vestidos y bolsos obnubilada voy y sin querer tropiezo con una rubia muy guapa y cargada de pilchas (ésta es de las mías, pienso). Va con un chico, parece su novio, él le carga el bolso y un centenar de vestidos, la sigue hacia donde ella va con un: "sí, cariño". Yo pienso, no podría ir de compras con mi novio, si fuera por mí preferiría que se quedara bebiendo litros de birras, mirando el fútbol y tirándose pedos, en fin, haciendo cosas que hacen los machos, no yendo de calzonanzos detrás mío opinando sobre LA MODA, ésto es cosa de chicas y mi hombre soñado no hará eso, aunque si paga él los vestidos y zapatos, igual cambio de opinión jejej  ¡¡no!!, ¡¡ni con eso!! Prefiero que erupte y mire el fútbol.  Me considero feminista a rabiar, pero para algunas cosas soy muy machista, menuda hdp estoy hecha.

Después de imaginar a mi príncipe azul sin rostro mirando el fútbol y haciendo guarradas, doy un suspiro ohhhhh ¡qué guapo será!. Recuerdo a lo que vine, anoche por poco ceno las repisas de mi nevera y debo comprar comida, me voy a Carrefour. Camino unos cuantos metros por las amplias galerías del centro comercial y.. ¡¡ah!! ¡¡una tienda de libros!! Entro y veo una pila de libros con la última edición de Isabel Allende: El juego de Ripper. Cojo uno y lo hojeo, estoy entretenida en ello cuando de repente se me acerca un hombre, unos 40 años más o menos, guenorro, voz FM, muy elegante y varonil, un seductor. Me mira directo a los ojos y pregunta: - ¿te gusta Isabel Allende?, yo sonrío y respondo: he leído unos cuantos libros, pero no es lo que más me gusta. Empezamos una charla literaria interesante. En mi cabeza que cabalga incesante por todas las galaxias, pienso, joder hay que venir a ligar a las librerías ( al menos yo). Aquí encontraré friquies de los míos, pero a éste no lo imagino en el sofá mirando el fútbol y tirándose pedos. No, no, no, a éste lo imagino en el sofá, él leyendo a Proust y yo escribiendo mis chorradas, los dos con la chimenea y una copa de vino, ohhhh ¡¡que bonito!!! Entre mi imaginación y su voz FM, lo observo atentamente, el hombre sin nombre, no para de hablar y me gusta escucharle, me relaja; todo el tiempo lleva su mano metida en el bolsillo de su negro y elegante abrigo, después de unos cinco minutos de conversación, se despista y alza las dos manos. No! No! No! ¡¡¡lleva anillo de casado!!! Salgo a toda hostia de ahí. El sofá,  la chimenea y Proust, se van a tomar po´cu...

Ya de lleno en el supermercado cojo mi cestita para hacer mi compra. Me dirijo de cabeza a los 12 metros de largo del pasillo de chocolates, ¡ésto es la gloria! como se notan mis seis meses sin sexo. No sé cuál elegir; 100% cacao africano, cacao colombiano mmmm; mis ambas sonrisas, horizontal y vertical, saliban ¡já!. Entre mis sustanciosas dudas, veo a una gordita agachada que mira de reojo hacia el techo, simula ordenar los chocolates y se mete algo a la boca; es la reponedora. Observa la camara que está en el techo y con disimulo se zampa los chocolates a montón. ¡¡Madre mía! si yo llevo meses sin sexo, ella llevará años (siempre hay alguien que puede estar aún peor). Me acerco y le pregunto ¿dónde encuentro los preservativos?; ella no puede hablar, está atragantada, se ríe y tiene los dientes negros; apenas traga  me da las indicaciones. Me voy pensando ¡¡vaya trabajo soñado!! Ojalá me molaran a mí los folios, los clips y los bolis... ¡¡sería una feliz secretaria!!! Esta chica me hace recordar a un amigo, él decía que sería su trabajo ideal ser actor porno, tirarse a las tías que salen en esas pelis, encima que le paguen; ¡¡la gloria!!, decía él. No sé por qué nunca lo hizo, igual le faltaban "dotes" artísticas.

Dejo atrás a mi gorda chocolatera y me voy a por los cereales, necesito mis Special k sin grasa y sin azúcar y sin ná. Aquí encuentro una escena de película de Tarantino. Hay una pareja joven con un niñito de unos 4 años revolcándose y gritando abrazado a unos cereales del Capitán Estrella y otro bebé de meses en un cochecito que no para de llorar, y a gritos. Los padres llevan un carro cargado de pañales y leche, insisten en que El Capitán Estrella, no, que debe comer estos con menos azúcar. Los niños siguen chillando a todo pulmón y los padres miran a sus hijos y luego se miran el uno al otro como diciendo: ¡¡¿Qué coño hemos hecho?!! Y yo, con cara de espanto, dejo mi cestita tirada y salgo huyendo despavorida del supermercado y sin comprar ná.... El sueño de toda mi vida y felicidad futura queda hecho mierda en el pasillo de los cereales :/

 Recuerdo que había una zapatería en este centro comercial, debo encontrarla, necesito aliviarme del trauma, unos tacones nuevos, arrgelan todo en la vida, ¡TODO!. Ahh no, voy a Decathlon, recuerdo que me hacen falta unas deportivas (Decathlon es una tienda material deportivo y de aventuras). Entro, está  "petao" de "tíos guenorros" todos  ¡¡deportistas y aventureros!!, ¡¡me encanta!!. Echo un vistazo al pasillo de ciclismo. Me imagino con un novio ciclista pedaleando por la Serra Tramuntana y siendo felices "forever", pero ¡¡joder!! son todos escuchimizados; encima después de varias horas en bici, la entrepierna queda buena pa ná, osea novio, ¡¡pa ná!!. Me voy a otro pasillo, deportes acuáticos, aquí está mejor el panorama, hay un "guenorro" que está eligiendo una tabla de surf, ¡¡ufff!! qué bueno que está, que espalda más ancha.Ya me veo con él en Hawaii, él surcando las olas y yo tomando el sol ¡joder! (voy a necesitar dos horas más de crossfit al día) Tengo la imagen en mi cabeza, todo de ensueño, yo de portada de calendario de taller mecánico y él surcando las olas, bronceado y todo un "macho man"... ¡¡ayyyy no!!! ¡¡un tiburón!!  se aparece un tiburón y..... ¡¡se lo come!!, maldita imaginación, me destruyes mis sueños más profundos. Me sale una risita, el surfista me mira con cara rara, pobre, supiera que se lo acaba de comer un tiburón :/

Huyendo del surfista malogrado y sin querer me encuentro en el pasillo de los musculitos, todos 100% acero inox., narcisismo puro; las estanterías están llenas de botes de superalimentos; cojo uno y leo el prospecto, a ver si en una de esas aumentan el nivel de neuronas también, pues va a ser que no. Recuerdo qyue una amiga me dijo un día que estos cachas, el músculo principal no les funciona bien, já! Me voy de este pasillo será mejor, además está lleno de espejos, no soporto a un hombre que se mire más al espejo que yo, mejor me voy a casa, estoy agotada.

Salgo de Decathlon, con desgana voy caminando aún dentro del centro comercial rumbo a tomar mi coche, voy pensativa, cuando de repente llama mi atención una pequeña tienda de color rosa, me detengo a ver de qué se trata y..... ohhhhh ¡¡es un Sex-shop!! Entro de cabeza, con anteojeras y veo la solución de todos los tamaños y colores a todos mis problemas...