
Noche eterna,
Noche mágica,
Noche ferviente,
Simple, impulsiva
Y fuego.
Puedo ser, por ti,
Todas esas cosas
Esta noche, amor.
Puedo volar más alto de lo que ves,
Caer después, mil metros bajo tus pies.
La luna me lleva,
El mar me abraza,
Tu sombra me arrastra,
Tus pasos se alejan;
Sigo corriendo trás de ti y seguiré,
Por eso sangran mis pies.
Nunca unos ojos me miraron como tú,
Ni unas manos se abrieron como tú,
Nunca tuve que bajar mi rostro,
Te miré y ahí fui para ti,
Noble amante del amanecer.
He sido alas de una gaviota,
He sido colmillos de un zorro
He sido junco en el lodo
Y miel en tu colmena.
Ven aquí, te espero,
No habrá preguntas, sólo besos.
Lo que tu ser no sabe,
Lo grita mi cuerpo.
Lo que tus labios imaginan,
Lo callan los míos.
No te merezco, lo sé.
Las gaviotas son grises en el Mediterráneo.
Mas, siempre en la vida con navajas jugué,
Mil cicatrices tengo,
¿Las ves?.